domingo, 15 de mayo de 2016

Editorial #05 - 11 de Mayo de 2016

Es de esos días de lluvias fuertes, de esos en los que parece que nunca va a parar. El viejo se sienta en una silla que tiene el respaldo medio roto a mirar como crece el arroyo. El nivel aumenta a paso lento pero firme. Es que, desde que se hizo el country y enrejaron el canal, el arroyo sube con cada lluvia por más pequeña que sea. El agua se lleva lo poco que pudo conseguir después del último desborde Hoy parece que va a ser una noche difícil.

2) Son las 8 de la mañana y las puertas de los tribunales se abren para el público en general. Ella entra desesperada pero cauta. Espera la fila del ascensor que la llevará al quinto piso. Ahí atienden los abogados que te pone el Estado cuando no podes pagar. La Dra. Peña lleva la causa. Llega al quinto piso y se dirige a una de las ventanillas que atiende un joven muy bien peinado, muy bien vestido y perfumado, pregunta por la abogada, que quiere saber como va la causa porque su hijo la llama desde penal desesperado, que no sabe que hacer y que necesita ayuda. La Dra. Peña está en audiencia, siempre está en audiencia.

3) El viento sopla del sudoeste, frío como todos los mayos de todos los años. Es sábado a la mañana y los chicos duermen. María fue a buscar leña para encender la estufa y preparar los desayunos. De repente escucha a lo lejos el motor de un avión que se acerca. Sabe de qué se trata y corre a su casa a cerrar puertas, ventanas y llevar a los chicos a lo de su mamá que vive más alejada del campo donde esa niebla de agrotóxicos no llega.

4) Se despierta tarde, a media mañana. Diez y dieciocho según el reloj eléctrico. Medio perdido mira a su alrededor. Desorientado. Trata de hacer memoria y recuerda que tiene cuatro días de vacaciones, que hoy es el primero luego de tanto tiempo. Se destapa, calza sus pantuflas y se dirige hacia el baño. Agarra el cepillo eléctrico y se lava los dientes con una pasta dental que parece una pomada. Se afeita como todos los días. Arregla su peinado tipo Messi y sale al living recién terminado de decorar. Observa con algo de orgullo el juego de sillones, la lámpara, la mesa, el adorno, la alfombra, el otro adorno, el cuadro chico, el cuadro grande y el mediano. El mueble que sostiene el tele... y ahí el vacío. Ese televisor ya es viejo, necesita uno nuevo. Pero las tarjetas de crédito se le agotaron con la heladera que saca cubitos por la puerta y el peluche que habla para la sobrina. No sabe que hacer. Está perdido. Agarra su celular, las llaves del auto, los lentes y sale sin rumbo. Entra a una oficina de créditos personales y... Lo siento, Ud. figura en el veraz.

5) El pañuelo de Matías va y viene de la boca al bolsillo. La tos no para desde hace unos días y él sabe a que se debe. Lo oculta a su familia pero ya no puede negárselo a si mismo. Es que las quince horas que pasa por día preparando el concreto necesario para los veintitrés pisos del edificio en el que trabaja, servirán para terminar de pagar el terreno de la casita que, con mucho esfuerzo, levantaron con su pareja. Los barbijos los pidieron pero nunca llegaron. Varios capataces ya se fueron por ese tema pero, no es momento de ponerse a pensar en eso. Claro, que problema hay en toser un poco con la que te llevás.

6) Después de un cansador día de trabajo, cuando los chicos duermen Hugo se sienta en el sillón, agarra el control remoto y empieza a hacer zaping. Recorre 80 canales y piensa que el cable es un mierda. Después de dar tres vueltas a las ofertas de canales, enganchó una pelicula. Se llama IN TIME, el argumento de la pelicula es simple, es una distopía “ En el año 2161, el gen del envejecimiento humano ha sido desactivado. Al cumplir los veinticinco años, las personas dejan de envejecer, pero sólo tienen un año más de vida. Transcurrido ese año, mueren de un ataque cardíaco a menos que «ganen» tiempo trabajando y rellenen con él sus «relojes de vida», que llevan la cuenta regresiva como un reloj digital en sus antebrazos izquierdos.El dinero es el tiempo y los ricos son inmortales” Hugo antes de dormirse logró prestarle atención a una parte: En la escena: “Una de las protagonistas terminaba su día de trabajo, sale a la noche con pocos minutos en su reloj, los suficientes como para pagar el colectivo que la llevara a su casa y para que su hijo le cargue algunas horas más de vida. Pero cuando llega a la puerta del colectivo el chofer le impide subir porque el boleto aumentó el precio. Sale corriendo en busca de su hijo, ya con los con los minutos contado pero no llega a recargar y muere”.
Hugo se quedó dormido, cuando despierta al otro dia, contracturado el televisor prendido con el noticiero matutino anuncia “Nuevo aumento del boleto del Transporte Público”

8) El hombre de corbata y maletín que había venido hace unos meses a traer una notificación por la casa volvió a tocar a la puerta. Traía un papel que decía que dentro de una semana tenían que abandonar la casa sino los podían sacar con la policía. Ella creía que tenía todo resuelto, que el abogado se había encargado del pago de la hipoteca que habían sacado en el 97 cuando nació su hija y necesitaban una vivienda. La casa en la cual había crecido su familia ya no les pertenecía por una deuda paga a quien no le correspondía cobrar.

Código de radio es un programa que intenta brindar herramientas técnicas y jurídicas para que con las leyes, no se atropellen los derechos reconocidos por las mismas leyes. Lo hacemos por ideología, por deber político y conciencia ciudadana. Lo hacemos porque sentimos, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera y en cualquier parte del mundo

(San Ernesto)

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